Coleccionando zapatillas deportivas

Tengo pocas aficiones relacionadas con la moda. Nunca he sido un gran fan de la ropa, ni me gusta gastar demasiado dinero en ella. El consumismo de los países más desarrollados se aprecia en la moda mejor que en ningún otro ámbito. Bueno, quizás la alimentación sea todavía más elocuente…

Leyendo algunas revistas de moda en las últimas semanas, me encontré con algunos jóvenes diseñadores que denunciaban de forma un tanto tímida los excesos de la moda: comprar, usar, tirar y otra temporada más. Se abogaba por la sostenibilidad y el reciclaje, dos buenas ideas a aplicar en la moda. Pero la realidad es que la industria de la moda se vendría abajo si nuestra ropa cumpliese su vida útil, si fuésemos realmente sostenibles y no tirásemos un pantalón después de 6 meses de uso.

Pero quien esté libre de pecado que tire la primera piedra… Yo también tengo un pequeño vicio con la moda: las zapatillas deportivas. Desde bien pequeño empecé a aficionarme y solía convencer a mis padres para que me comprasen zapatillas de ‘marca’. Pronto empecé a tratar de innovar con esta prenda, cambiaba los cordones zapatos, pintaba las suelas o incluso llegue a ir con una zapatilla distinta en cada pie. Aquello no tuvo mucho éxito entre mis amigos, pero sigo pensando que es una idea original…

Cuando tuve mi propio dinero, mi colección de zapatillas aumentó. Al principio solo compraba de las marcas más conocidas. Por ejemplo tenía verdadera obsesión por los Gazelle de Adidas, hasta el punto de que los tuve en cuatro colores diferentes. Pero más tarde empecé a probar otras marcas menos populares.

Gracias a internet descubrí un montón de firmas en todo el planeta que fabricaban zapatillas muy originales: diseños artísticos, materiales innovadores, cordones zapatos de miles de colores, etc.

Pero hace unos pocos años me cansé. Revisé mi colección de zapatillas y me dije que hasta ahí habíamos llegado. Aunque sigo guardando algunas viejas zapatillas porque les tengo cariño, ya no compro tanto. De hecho, ahora que lo pienso, hace más de un año que no compro zapatillas…

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