LOS TIEMPOS HAN CAMBIADO

Hace ya mucho tiempo que no voy a un  bar y me regalan un calendario como lo solían hacer hace unos cuantos años. Antes, cuando era un niño te regalaban Calendarios por todos lados, hasta llegué a coleccionar unos cuantos durante una época. Incluso tengo uno del mundial de España 82 que me parece algo sensacional que haya llegado hasta el día de hoy. Cuando era un niño me hacían mucha gracia esos calendarios que traían chicas a las que se le podía quitar parte de la ropa mojando un poco el calendario. Pero los calendarios de los que todos nos acordamos siempre son los clásicos calendarios de chicas ligeras de ropa de los talleres de coches. Si querías ser un taller de reparación de coches respetable tenías que tener tu calendario en la pared para que todos los clientes pudiesen verlo. Hoy en día los calendarios ya no son lo que eran y seguramente sea por culpa de la tecnología como en casi todo en nuestra vida, hemos dejado que los móviles controlen nuestra vida de una forma que no nos hubiésemos imaginado. Por fortuna algunos de nosotros nos hemos dado cuenta de lo que estaba pasando y fuimos lo suficientemente inteligentes para usar el móvil solamente cuando es necesario y no a todas horas como hace la mayor parte de la sociedad que ya no sabe vivir sin su móvil. Y eso me parece muy triste, cuando vas por la calle se puede ver perfectamente cómo está la sociedad controlada por los móviles y los ordenadores. Hasta las personas mayores ya no saben vivir sin sus móviles, lo cual es ilógico dado que a muchos les cuesta mucho aprender a utilizar sus teléfonos móviles. Personalmente me he olvidado el móvil una semana en Madrid en casa de mi hermano y esa semana fue la semana más feliz de mi vida reciente. Y si hoy en día le regalas un calendario a un joven lo más probable es que lo tire enseguida ya que en su móvil ya tiene un calendario y ese no le va a hacer ninguna falta.