Los hijos fuera, jubilada y una casa enorme solo para mí. Después de tantos años sin tener tiempo para nada, llega un momento en la vida en que te encuentras con mucho tiempo libre. Y a veces el sueño de cualquier persona puede convertirse en pesadilla. Y es que, al principio, me sentí desganada. Cuando mi hijo pequeño se independizó, le eché mucho de menos, a pesar de alegrarme de que se fuera tras conseguir un buen trabajo en otra ciudad.
Pero después de unos meses coqueteando con la depresión tuve una suerte de catarsis: me di cuenta de la suerte que tenía de que mis hijos estuvieran bien y con trabajo, y yo fuese lo suficientemente joven para disfrutar de la vida. Y empezaría por disfrutar de mi casa. Todas esas cosas que no pude hacer cuando era más joven por la falta de tiempo, ahora podría hacerlo. Y empecé con los cambios en casa.
En realidad, a mí siempre me había gustado los trabajos manuales y la decoración, pero no tenía tiempo para eso. Ahora sí, y empecé por mi propio dormitorio, haciendo cambios y cambiando la decoración. Lo primero es cambiar las cortinas. Pero en vez de comprarlas, decidí hacerlas yo misma, empezando por la cinta con ojales para cortinas. Por supuesto que era más fácil comprarlo y despreocuparse, pero no era eso lo que estaba buscando: lo que quería era mantenerme ocupada y útil haciendo cosas prácticas.
Además, nunca he tenido reparo en aprender cosas nuevas, aunque no sean ‘propias’ de mi edad. Un hijo me comentó que había mucho contenido en YouTube con videos que me podían venir muy bien para todos esos planes que tenía para la casa. Y pronto descubrí varios especialistas que ofrecían contenido muy interesante, empezando por cómo preparar cinta con ojales para cortinas.
Desde luego que no todo lo que empecé a hacer con mi tiempo libre estaba relacionado con la casa, pero es verdad que soy muy hogareña y que disfruto mucho teniendo la casa a mi gusto, algo que no pude hacer durante todos estos años pasados.