¿Puede variar el sabor de una receta en función de la leche que se use?

Esta es una pregunta que suelen realizar a menudo a los cocineros, sobre todo a aquellos especializados en repostería ya que la leche es un ingrediente importante en muchos postres. Y la respuesta va a depender de la receta que se vaya a preparar, pero generalmente, todos están de acuerdo en que usando una leche de calidad, como la leche de asturias, cualquier postre sale ganando.

Hay algunas recetas en las que la leche es solo un ingrediente más y ni siquiera es el principal. En estos casos no va a significar una gran diferencia si esa pequeña cantidad de leche que se usa es de una marca u otra. Pero en recetas en las que la leche es la protagonista, esto se convierte en algo fundamental.

El sabor de la leche que sabe de verdad a leche se deja notar en postres como el arroz con leche, el flan, la crema pastelera o la leche frita. Si te vas a tomar la molestia de realizar estos postres en casa, ¿no querrás ir a seguro y garantizar el mejor sabor para los mismos?

La diferencia entre una leche de calidad asturiana y otra que no tiene ese rango se hace todavía más notoria si hablamos de postres dietéticos. Estos se realizan con leche desnatada o leche 0% y para que realmente la persona tenga la sensación de estar tomando algo parecido a la receta original la leche tiene que ser de la mejor calidad.

Y ¿qué ocurre si hablamos de las leches vegetales? Pues para empezar tenemos que tener en cuenta que aunque se les llame así, no son realmente leche ni tienen nada que ver con la misma. En algunos casos se trata de bebida licuada de alguna planta y en otros de frutos secos.

Su consistencia no es igual, su sabor difiere bastante y su contenido en materia grasa también. Por eso es necesario adaptar las recetas a las leches vegetales. Los intolerantes o los alérgicos saben bien que a veces este proceso requiere de ciertas dificultades y que el sabor final no es equivalente.

Pero con el paso del tiempo se acaban acostumbrado ya que estos productos tienen la ventaja de que no les causan problemas de salud y les permiten seguir disfrutando de variedades de postres a los cuales tendrían que renunciar si no fuera por las bebidas vegetales.

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