Roberto llevaba semanas planeando su viaje. Por fin iba a visitar a su hermano en Barcelona y quería que todo saliera lo mejor posible. Su esposa Alicia se había ofrecido a llevarle al aeropuerto, pero Roberto decidió que sería mejor que cogiera su coche en su lugar. De ese modo, si algo salía mal con el vuelo o había retrasos, no tendría que depender de nadie más y podría volver a casa cuando quisiera.
Así que esa mañana, Roberto condujo hasta el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid y empezó a buscar un Parking barato aeropuerto barajas. Llegó al aparcamiento y descubrió que había siete zonas de aparcamiento público -algunas más cercanas que otras- y dependiendo de la zona que eligiera determinaría cuánto tendría que pagar por su estancia. Tras investigar un poco, decidió que la mejor opción era un parking de bajo coste antes de llegar a la terminal; no sólo tenía un precio más bajo, sino que además contaba con un servicio gratuito de autobús lanzadera directo desde la terminal. ¡Era perfecto! No sólo le ahorraba dinero, sino que además incluía un servicio gratuito de autobús lanzadera que acercaba a los clientes a su terminal sin ningún coste adicional. Tras darse de alta rápidamente y pagar tres días de aparcamiento, Roberto aparcó encantado su coche en una de las plazas disponibles antes de emprender su viaje a Barcelona con la tranquilidad de saber que al regresar de esta emocionante aventura nada se interpondría entre él y volver a casa sano y salvo gracias a este gran hallazgo.