Que sí, que tengo que cambiar de teléfono móvil, que el Galaxy ya está por el 8 y yo me quedé en la mitad. No es de recibo. Pero es que aunque no quiera cambiar de teléfono casi que te obligan, porque las funciones de los equipos más antiguos empiezan a fallar a medida que el sistema operativo se actualiza. Y llega un momento en el que el terminal dice: hasta aquí hemos llegado.
Al contrario que muchas personas que conozco, yo no estoy descontento con Samsung. He tenido varios teléfonos de esa marca y salvo un caso, todos han rendido más que bien. Cuando me compré el Galaxy S3 recuerdo que hasta me preguntaron si quería contratar seguro movil. Acababa de salir y en la tienda me aseguraron que era el mejor teléfono de su generación. Les hice caso y no me arrepentí. El S3 fue un superventas en todo el mundo y su rendimiento quedó más que demostrado.
Así que me pareció lógico que una vez que el S3 había cumplido su labor, pasarme al S4. ¡Y tanto me ha rendido que varios años más tarde sigo con él!
Ahora bien, creo que ha llegado el momento de cambiar de marca. El S8 no me convence demasiado estéticamente, tal vez porque busco algo diferente tras un montón de años apostando por líneas similares.
Por supuesto, la respuesta fácil sería pasarse a Apple, pero antes prefiero valorar otras opciones. Lo que sí que tengo claro es que quiero un tope de gama. No porque me guste presumir o cosas así, sino porque, como ha quedado demostrado, soy un usuario de larga duración, por decirlo así, y si compro un teléfono quizás me dure 3 ó 4 años, cuando la media, según tengo entendido, es de menos de 2 años.
Otra cosa que también tengo clara es en lo de contratar seguro móvil. Por la misma razón que he expuesto antes prefiero tener la confianza de que si me roban el móvil, lo tengo asegurado.
Aunque el iPhone 7 lo tengo fichado, como se suele decir, me gustaría mirar terminales LG, Sony y Google. A mi S4, no hay duda, le quedan pocos días…