1 Saber subir un bajo de un pantalón. Es el primer trabajo que suele aprenderse en costura, pero tiene sus trucos ya que hay que medir bien antes de hacerlo. Un error común es medir una pierna y coser ambas con la misma medida, pero a veces esto hace que el pantalón no quede bien porque no todo el mundo tiene las piernas totalmente simétricas. Midiendo ambas piernas del pantalón logramos que quede perfecto sin importar las características de cada persona y evitamos que se puedan cometer errores que se notarán cuando se use el pantalón.
2 Saber cambiar una cremallera. Es un trabajo un poco más complicado que el anterior, pero que también es sencillo y resulta muy práctico. Las cremalleras se enganchan y pueden romperse y cambiarla en una tienda de reparaciones no es económico. Descoser con cuidado la cremallera vieja y comprar una de la misma longitud y en un color similar es el primer paso para este trabajo. A continuación, se cose cuidadosamente para que quede bien colocada y la prenda estará recuperada.
3 Saber como hacer cortinas fruncidas. Las cortinas asustan porque son grandes, pero es muy sencillo confeccionarlas. Solo hay que ser curiosos al coser los cuatro bordes de la tela para que queden bien. Hecho esto, toca colocar la cinta para fruncir que se debe de poner a la altura exacta para que la cortina quede bien situada. Una vez cosida la cinta, se tira de las cuerdas que hay en la misma y ya queda perfectamente fruncida y lista para colgar.
4 Saber cómo hacer una funda de cojín. Es un trabajo muy básico ya que tan solo se necesitan dos piezas de tela idénticas que se cosen por tres de sus lados. El cuarto lado se remata con una cremallera y se rellena todo con fibra. Al saber hacer fundas para cojines se pueden lograr bonitos coordinados con las cortinas.
5 Saber reparar un roto en un pantalón. Los niños suelen romper los pantalones fácilmente. Juegan, se arrodilla y gatean y en el proceso es habitual que acaben con un siete en el pantalón. Reparar este tipo de rotos sin que se note es muy complicado, especialmente para quién quiera ser modista aficionado. Por eso, lo más práctico es zurcirlo con cuidado y colocar una rodillera o un parche para que no se vea la costura.