El apellido Gucci ocupa un lugar privilegiado en el olimpo de las firmas modistas. Esta firma italiana de Florencia se ha distinguido en el diseño y elaboración de prendas, calzado, bolsos, relojes y joyería, ocupando en la actualidad el número 38 de la lista de marcas más valiosas del mundo, según la revista Forbes.
La firma nació en 1921, mucho antes de que la ropa, complementos y Joyas Gucci en vigo alcanzaran una popularidad mundial, en especial en lo referente al tratamiento del cuero. Esta fama se encuentra ya en sus orígenes, cuando florentino Guccio Gucci inauguró una tienda en su ciudad natal haciendo hincapié en la artesanía peletera, visible en los primeros mocasines, cinturones y bolsos de la marca.
En concreto, la maestría de Gucci en el acabado de las pieles animales (terneras, cerdos, etcétera) le permitirían hacerse un hueco en una de las industrias más competitivas. Como sucede con otras marcas cumbres, Gucci ha sido pionera en la utilización de ciertas materias: el bambú en 1947 para la confección de manijas de bolsos, la creación del patrón mariposa en 1960, etcétera. No obstante, la marca no trabaja con pieles de origen animal desde 2017, decisión con la que pretende reorientar sus pasos hacia un lujo más ético.
Bajo la dirección del diseñador de moda Tom Ford, Gucci vivió una segunda juventud, incrementado su facturación y adquiriendo marcas de primerísimo nivel, como Yves Saint-Laurent por 1.000 millones de dólares. Sin embargo, la firma italiana no siempre ha estado en el centro de atención por su buen hacer modista: el asesinato del nieto del fundador, Maurizio Gucci, desató un escándalo familiar en la década de los noventa.
Como curiosidad, destacar que Gucci ha recibido una mención en el libro Guiness de los récords por unos vaqueros de 1998, cuando se comercializaron por 3.134 dólares (3.216,03 euros), un precio no superado hasta la fecha a pesar de la inflación.