La pérdida anormal de cabello es una afección tradicionalmente vinculada al sexo masculino. Sin embargo, se estima que tres de cada diez mujeres sufrirá algún tipo de alopecia durante su vida. Los factores causantes de este trastorno destacan por su diversidad, como reconocería cualquier dermatólogo especialista tratamientos alopecia Vigo.
Uno de los inductores principales de alopecia femenina son las alteraciones hormonales. Durante la gestación, la menopausia y otros periodos vitales en la vida de la mujer, se producen cambios en el nivel de estrógenos y otras hormonas, que repercuten negativamente en la salud capilar.
Las enfermedades relacionadas con la glándula tiroidea también están detrás de la rarefacción, debilitamiento y caída del cabello. Dolencias como el hipertiroidismo impactan sobre la producción de la hormona tiroxina, responsable de ciertos procesos metabólicos. El resultado es un desarrollo capilar menos fuerte y resistente.
Por otra parte, el consumo de ciertos medicamentos (antibióticos, anticoagulantes, antidepresivos, antiinflamatorios, anticoagulantes) está relacionado con pérdida de volumen y fortaleza del cabello. Entre sus efectos secundarios se incluyen la disminución de hemoglobina y de la vitamina B.
Como sucede a los varones, la alopecia femenina es frecuentemente heredada, es decir, se presenta en su forma androgénica si uno de los progenitores padecía este trastorno. Otro factor de riesgo es el estrés. Si bien los episodios puntuales no entrañan peligro, las personas sometidas a estrés diario desarrollan niveles de cortisol elevado, lo que dificulta la absorción de nutrientes y afecta a la salud capilar.
En menor medida, seguir una dieta pobre o inadecuada redunda de manera desfavorable en el brillo y la densidad del pelo, al punto de provocar su caída prematura. En concreto, la falta de vitaminas del grupo A, B, C y D y de minerales como el zinc es crítica no sólo para el cabello, sino también para el resto del organismo.