Cuando nos dijeron el sexo del bebé me puse a pensar en las supuestas ventajas de tener una niña. Y lo primero que me vino a la cabeza es que seguro que tenía una infancia más tranquila… Luego ya se vería. ¡Qué equivocado estaba! Nos salió una niña que no puede parar quieta ni un segundo, que le gusta el fútbol, el kárate y trepar por las paredes. Solo hay que mirar la cantidad de zapatillas que se ‘pule’ al año.
Yo creo que los que diseñan las zapatillas para niños y niñas las hacen con suelas que se gastan más fácil que las de los adultos, porque puedo decir que en menos de un mes ya hay suelas gastadísimas. ¡Cómo es posible! Dejando al margen el coste que tienen algunas de esas zapatillas cuando son de ‘marca’, la realidad es que los niños no paran quietos y esta prenda es una de las que supone más gasto para las familias.
Pero es que, además, en el caso de nuestra hija nos ha salido también ‘fashion’. Lo tiene todo. Como ya está iniciando su fase YouTube, mal que nos pese, ya se fija en lo que ponen esos youtubers que se hacen famosos. Y entonces nos pone a buscar cordones zapatillas colores para que vayan a juego con la camiseta o con el lazo del pelo. Alucinante. Pero la verdad es que lo disfruta mucho e intentamos no cortarle demasiado las alas porque la chica, todo hay que decirlo, es súper aplicada en el colegio: es decir, sabe cuándo toca estudiar, y cuándo toca disfrutar, que no siempre es tan sencillo, ni para los adultos.
Así que tampoco me parece tan mal ayudarle con sus pasiones como los cordones zapatillas colores. Me enseña todo lo que le gusta en internet y me dice que tal o cual zapatilla es ‘súper guay’… porque la lleva Fulanito o Menganita. Y claro, me pongo a pensar en que yo también vestía fijándome en mis héroes musicales y culturales y no puedo más que sonreír y pensar en que nada cambia, aunque ahora todo gire en torno a lo digital y las pantallas.