Cuando queremos cambiar la decoración del salón, concretamente de los textiles y además queremos hacerlo nosotros mismos, necesitamos fuentes de inspiración. Las revistas de decoración están bien, pero suelen ser poco realistas cuando se quieren llevar sus propuestas a los hogares sencillos de la mayoría de la gente. Por eso, la mejor manera de inspirarse es en otras personas que tienen casas similares a las tuyas pero que han sabido darles un toque personal único.
¿Quieres coser tus propias cortinas y no sabes cómo empezar? Puedes buscar la inspiración para este trabajo en los tutoriales de YouTube, donde personas te enseñan como hacer un modelo concreto de cortina comenzando desde cero y explicando cada paso de forma sencilla para que puedas hacerlo incluso sin experiencia previa.
Si ya tienes algo de soltura con la aguja y la máquina de coser, pero lo que buscas son trucos y diseños que te llamen la atención como fotos cortinas con velcro para sujetar sus volantes o diseños que combinen cortinones y estores, puedes recurrir a Pinterest. En esta red de fotografías se pueden encontrar todo tipo de trabajos para inspirarse.
Los blogs en los que muchas personas cuelgan sus experiencias renovando sus hogares o realizando sus labores son también ideales para quienes quieren renovar su casa y no acaban de saber exactamente lo que buscan. En estos blogs no solo se ve el resultado final, sino que en muchos casos los responsables cuentan paso a paso cómo han realizado el proyecto e incluyen fotos para que puedan servir de guía.
Los catálogos de algunas marcas son también una buena fuente de inspiración. Podemos ver qué nos ofrecen en cortinas ya realizadas y cuáles son las tendencias para este año en colores y formas. De esta manera, también podremos saber qué es lo que nos apetece para nuestro salón, pero dentro de lo último en moda.
Internet nos proporciona muchos espacios para inspirarnos en nuestros propios proyectos. Tomando una idea de aquí y otra de allá, llegaremos a lo que realmente queremos para nuestro hogar. Por ejemplo, el diseño que se ha visto en Pinterest, pero con los colores de moda de los catálogos más actuales. Lo importante es que el resultado final sea algo propio, no al cien por cien lo que se ha visto en el salón de otra persona, para que sea único y personal.