Hoy en día todos sabemos que son los lacteos porque son productos que quieras o no todos los tomamos todos los días en mayor o menor medida. Desde que somos unos niños nos obligan a tomar leche y el resto de productos que provienen de la leche, porque dicen que el calcio de la leche es buena para el crecimiento de nuestros huesos. Aunque me parece que de niños nos intentaban camelar nuestros padres para que hiciésemos lo que ellos querían. Lo de los huesos supongo que será dependiendo de la complexión física de cada uno y de sus genes. Porque yo que he tomado poca leche tengo mejores huesos y más resistente que un amigo que venía conmigo a la piscina que sufría de tener los huesos muy débiles y le daba miedo hacer un montón de cosas.
Hay gente que es muy de tomar leche, incluso leche fría directamente de la nevera. Para mi eso es completamente imposible porque nunca me ha gustado demasiado la leche, como para tomarla sola. El mero hecho de pensar que algo así podría suceder ya me pone nervioso. Por suerte pude esquivar el tomar la leche durante bastante tiempo, pero he de decir que me encantan el resto de los productos lácteos, como los yogures o los quesos. Y en esa clase de gustos en mi pandilla no soy el único porque uno de mis amigos más cercanos tomo cantidades ingentes de queso, eso que se lo ha prohibido el médico, pero no le he visto nunca tomar un solo sorbo de leche. Es más, en la nevera de su casa siempre hay queso pero nunca hay un cartón de leche. Aunque creo que el queso solo se lo puede comer en su casa porque desde que el año pasado estuvo en el hospital y los médicos le prohibieron comer tanto queso, su madre y su novia le tienen a una dieta estricta y aprovecha cuando está por la semana en su casa para saltarse las dietas y comer lo que no le dejan comer cuando no está en su casa.