2 mariscos muy fáciles de preparar

¿Te gusta el marisco pero nunca sabes muy bien cuál es la mejor forma de prepararlos? Te vamos a ayudar dándote tres recetas que son muy fáciles de preparar y que siempre salen perfectas, incluso a los que no están acostumbrados a comer estos manjares en sus casas. Te ahorrarás mucho dinero respecto a comerlos fuera y disfrutarás del sabor del mar, especialmente si acompañas estos mariscos con una copa de albariño fresco. Te parecerá que estás al lado del mar aunque estés en el centro de una ciudad de interior.

Mejillones al vapor.

Es la receta más sencilla y la que suele darse a todo aquel que quiere cocinar marisco por primera vez. Es tan fácil que es imposible que algo salga mal. Compra los mejillones y limpia las conchas. No es necesario que quites las lapas pegadas, solo tienes que rascar las barbas del mejillón y las algas que pueda haber pegadas. Retira todos los mejillones que tengan la cáscara rota y colócalos ya limpios en una olla. Añade un poco de agua, no más de un par de vasitos, y unas hojas de laurel. Los mejillones no se cocinan con el agua hirviendo, sino con el vapor. Cuando abran la concha, ya estarán listos. Puedes servirlos directamente así o quitando la concha vacía. Se acompañan con limón que cada comensal se pone a su gusto o que se exprime sobre todos los mejillones si a todo el mundo le gusta.

Gambas al ajillo.

Si usas gambas frescas solo tienes que pelarlas para usar las colas. Puedes guardar los restos para hacer un caldo para una sopa de pescado. Una vez peladas asegúrate de retirar el hilillo negro que traen, es el intestino. En una olla de barro pon aceite de oliva y unos dientes de ajo en láminas. Cuando el ajo comience a dorarse añade las gambas sazonadas con sal y un punto de cayena. Tapa la olla, apaga el fuego y deja que las gambas se hagan con el calor residual y el vapor. No olvides servirlas con pan, porque ese aceite estará para chuparse los dedos y todo el mundo querrá mojar un poco de pan en él.

Las gambas al ajillo son un entrante delicioso o un plato más en una cena o comida de picoteo y no pueden ser más sencillas de hacer ni más rápidas.

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