Es una imagen frecuente en la ría de Vigo el ver pasar barcos llenos de gente a los que se muestran las bateas de los mejillones, se les ofrecen visuales de la costa o se les lleva a disfrutar de una degustación de productos de la tierra mientras sienten la brisa del mar. Muchos asocian esta imagen a turistas que vienen de otras zonas para conocer lo típico de la tierra pero, lo cierto, es que este tipo de excursiones no son exclusivas para los visitantes. Por el contrario, tienen mucho que ofrecer a las personas que viven en Vigo y en sus alrededores durante todo el año.
Tanto es así, que muchos colegios contratan con estas navieras excursiones para sus alumnos. Estos, en muchos casos, es la primera vez que tienen la ocasión de ver la costa y el paisaje de su ciudad desde la perspectiva que ofrece mirar desde el mar y no a la inversa. Además, pueden aprender cosas de la historia de su lugar de origen e incluso cómo llegan hasta sus platos productos tan deliciosos como los mejillones.
También las asociaciones de todo tipo, como las de carácter vecinal o cultural, organizan este tipo de salidas que suelen tener mucho éxito y que son una forma diferente de pasar una mañana o una tarde en familia. La organización de estas salidas por mar son muy sencillas ya que solo hay que ponerse en contacto con la empresa que lleva estos barcos y acordar la fecha y el número de participantes que pueden ir.
Pero, ¿y si te apetece hacer una de estas excursiones por tu cuenta con tus amigos o con tu familia? Pues todavía es más fácil. Solo tienes que ir a una taquilla mar de ons vigo y allí te informarán de todas las actividades que se realizan, sus horarios y también sus precios. Eliges la que prefieras, compras los billetes y solo tienes que estar puntual para subirte en el barco en el momento acordado.
Estas salidas se realizan con mucha frecuencia, especialmente en verano cuando hay varias excursiones al día. Precisamente esa gran cantidad de salidas facilitan mucho el poder encontrar plazas en la que se adapta mejor a los horarios y deseos de cada uno. Y es que, ¿vamos a dejar que solo nuestros visitantes disfruten de este tipo de actividades? Claro que no.