Se trata de un sector que vive una verdadera revolución. La demanda siempre es un acicate para la innovación: la medicina estética cada vez tiene más adeptos y todos los agentes implicados trabajan sin descanso para ofrecer avances significativos.
La operación de pecho y la liposucción siguen siendo las dos operaciones estrella. Tanto una como otra suponen enormes ingresos para el sector. Razón de más para investigar y conseguir mejoras en los procedimientos y las tecnologías asociadas para conseguir una mayor satisfacción del paciente.
Últimamente hemos oído hablar mucho de la liposucción sin dolor. Es uno de los viejos objetivos que persigue la medicina estética en relación a la eliminación de depósitos de grasa no deseados: lograrlo con un tratamiento no invasivo. ¿Es esto posible?
En los últimos años han aparecido diversas alternativas que no requieren de la tradicional sustracción de grasa mediante cánulas. Los tratamientos mediante láser, la cavitación, la presoterapia… Diferentes fórmulas que buscan cumplir el mismo objetivo.
No cabe duda de que este objetivo es proporcionar al paciente una mayor seguridad y comodidad. Recordemos que la liposucción tradicional es una cirugía ambulatoria, una técnica sencilla, pero invasiva, que incluye un postoperatorio. Soportar cierto dolor tras los primeros días es inevitable, además de tener ciertas precauciones. Es algo lógico teniendo en cuenta de que se trata de una operación, pero que supone un fastidio para algunos pacientes, sobre todo los más ‘alérgicos’ al dolor.
Precisamente por ello, se investigan técnicas para encontrar esta liposucción sin dolor. El problema es conseguir que estás fórmulas alternativas sean igual de efectivas que la lipo tradicional. Y esto no es tan sencillo.
Buena parte de los profesionales que trabajan en este sector siguen considerando la liposucción tradicional como la más eficaz. Si una persona quiere realmente eliminar los depósitos grasos mediante un tratamiento de medicina estética, el único camino es la liposucción.
Pero, paralelamente, surgen profesionales que van defendiendo cada vez más los progresos de las técnicas alternativas. Dicen que son el futuro y que, a corto plazo, lograrán unos efectos casi tan eficaces. Al paciente le toca elegir si quiere esperar o no…